REPORTE DE LA SITUACIÓN EN GUERRERO: COMUNIDADES INDÍGENAS DE LA COSTA GRANDE (MPIOS. BENITO JUÁREZ, ATOYAC DE ÁLVAREZ, TECPAN DE GALEANA Y PETATLÁN, Y LAS TORMENTAS “MANUEL E INGRID”.
Las afectaciones que dejaron las tormentas “Manuel” e “Ingrid” en el estado de Guerrero crecen y el apoyo por parte de las instancias gubernamentales no se visibiliza o quizá no existe. El asunto no es otro, sino el de informar a la sociedad la situación de la Costa Grande. Ésta abarca ocho municipios, en el margen del Océano Pacifico, desde Coyuca de Benítez hasta Coahuayutla de José María Izazaga. Sin embargo, el presente reporte es sobre los municipios de Benito Juárez (San Jerónimo), Atoyac de Álvarez, Tecpan de Galeana y Petatlán.
El panorama es complicado. En las comunidades del municipio de Atoyac de Álvarez prevalece la situación de incomunicación, deslaves en los cerros, caminos intransitables y una carestía grave de alimentos. El caso más severo es el de las comunidades de Santo Domingo, Pie de la Cuesta, Piedras Grandes, La Gloria, El Cacao, Junta de los ríos, Arroyo Grande, La Remonta, El Edén, El Tambor, El Molote, Plan de las Delicias, Arrayan, Los Piloncillos, El Ranchito, Nueva Deli y El Iris; donde habitan 4 035 habitantes y el acceso ahora, solo es posible vía aérea.
Pese a las grandes dificultades a las que se enfrentan los atoyaquenses muestran la fortaleza de su organización comunitaria, pues están trabajando a pico y pala en la reparación de sus caminos. Sin embargo, en el caso de las comunidades que permanecen en sus lugares, sobreviviendo de las reservas de alimentos producidos a lo largo del año, éstos se van agotando y no durarán por mucho tiempo; el traslado de alimentos vía terrestre podría ser posible, a algunas localidades estratégicas si así se requiriera, tal es el caso de las localidades de El Salto, Mexcaltepec, Agua Fría, Escorpión, San Juan de las Flores, La Cebada, Ramal a Río Chiquito, Cajones, Plan de los molinos, Plan del carrizo, El Guayabiyal, El Fortín, El Arrayan-El Bálsamo, Las Fundiciones, Rincón de las Parotas, La Florida, San Andrés de la Cruz, Los Valles, El Camarón, Tres Pasos, Santiago de la Unión, Llanos de Santiago, Río Santiago, El Cucuyachi, Achotal, El Porvenir, San Vicente de Benítez, San Vicente de Jesús, San Francisco del Tibor, El Ranchito, La Estancia, Puente de los Lugardo, Puente del rey, La Siberia, La Quebradora, Rio Verde, Arroyo Grande del Paraíso, El Paraíso, Los Planes, Los Llanitos, La Vainilla, Ixtla, San Martin de las Flores, La Trincheras, Plan de los Molinos, Poza Honda, Poza Verde, El Guanábano, La Neblina, El Refugio, Las Palmitas, El Quemado y Cerro Prieto de los Blancos; donde habitan 15 063 personas.
Otro panorama de la situación, es de las comunidades donde los alimentos han subido de precio, debido al desabasto, además las familias no cuentan con una fuente de ingresos para realizar sus compras ya que las actividades productivas agropecuarias se vieron totalmente devastadas, este es el caso de las localidades de Zacualpan, Huicon, Corral Falso, Boca de Arroyo, Col. Miranda Fonseca, Col. Lázaro Cárdenas, El Cerrito de los Pérez, Cerrito de los Longares, Cerritos de las Campanas, La Zuzuca, El Ticui, El Para, Las Fincas Viejas, Los Cajones, Las Parotas, Caña de Agua, La Finca, Piedra Parada, Los Llanos de Zintapala, El Limón y Zintapala, donde habitan 8 813 personas. Dejamos en sus manos información que nos brindaron autoridades comunitarias; sin embargo, en entrevista realizada al alcalde de este municipio se le preguntó cuál es la situación actual alimentaria de los atoyaquenses a lo que él respondió que la situación era controlada pues en todo el municipio había suficientes alimentos.
No deja de ser desolador, pues día a día aumentan los números en cuanto perdidas y daños se refieren, no así el número de reparaciones, de mejoras, de curaciones, de alimentos. En el municipio de Benito Juárez (mejor conocido como San Jerónimo) 75% de los hogares y población sufrieron inundaciones, 53 viviendas fueron derrumbadas en su totalidad. Las comunidades más afectadas fueron San Jerónimo, Las Tunas, Arenal de Álvarez, Arenal del Centro, Arenal de Gómez, Paraíso Escondido y Hacienda de Cabañas, éstas se encontraron incomunicadas hasta el 18 de septiembre. En el municipio ya operan tres albergues con 995 personas alojadas en ellos.
Se tiene la cuenta de al menos 580 ha de cultivos con pérdida total, entre los que destacan el cultivo de maíz, ajonjolí, calabaza de concha o pellejo, sandia, mango, plátano, papaya y coco (copra, principalmente). Así como afectaciones en potreros, con pérdidas en cabezas de hasta 2 300 cabezas.
Los sistemas de agua potable fueron devastados en las localidades de San Jerónimo, Arenal de Gómez, Hacienda de Cabañas, Paraíso Escondido (Playa Paraíso) y Las Tunas. El caso de las instalaciones escolares no se queda atrás, 26 escuelas inundadas y/o azolvadas. En todos las comunidades lo que sigue “brotando” es la solidaridad de los lugareños pues son quienes han empezado a reparar caminos y hogares, pues el gobierno se ha visto rebasado, comentan los pobladores.
En este municipio además, la emergencia es poder retirar el lodo de calles y viviendas, pues en caso de no hacerse existe un grave riesgo de fuertes problemas epidemiológicos de dengue, paludismo, conjuntivitis y enfermedades gastrointestinales, principalmente.
En el municipio de Tecpan de Galeana, las comunidades ubicadas en la sierra son las más afectadas pues aún siguen incomunicados y en consecuencia sin acceso a alimentos ni medicamentos. Tal es el caso de la localidad Bajitos de la Laguna, donde confluyen alrededor de 1700 personas de localidades de Bajos de Balzamar, Los Planes, La laguna, El Edén, Puerto Edén, Zaragoza, Cordón, El Chivo; otra localidad con la misma situación es El durazno donde confluyen 437 personas de localidades de Vallados, Valladitos, la Sierrita, La Huertitas, Los Lirios, Jerico, El Cristal, El Aguacate, San Felipe de las Tejas, Barranca de San José; otras localidades con la misma situación son Puerto de la Vela (150 habitantes), Los Bancos (190 habitantes), Platanillo (225 habitantes), Los Pinos y Rancho Nuevo.
A esta cabecera municipal, han llegado habitantes de localidades del filo mayor, que pertenecen al municipio de Ajuchitlán del Progreso a pedir ayuda, pues es imposible bajar a su municipio, lo han hecho caminando durante 2 días y llevan 5 días esperando alguna respuesta de hacer llegar vía aérea víveres para sus comunidades, sin que haya respuesta urgente, ya que hay personas de la tercera edad y niños sin atención médica, pues por la difícil situación de los caminos es imposible bajarlos vía terrestre; en esta zona ha habido decesos de tres menores por no contar con los medios para trasladarlos.
En lo que respecta a la cabecera municipal, las inundaciones se debieron a la creciente del Rio Tecpan, se tiene cuenta de por lo menos 50 viviendas que fueron inundadas, y aun sin abasto de agua potable en toda la ciudad. Otra de las localidades severamente afectadas es Tetitlán; la primer fuente de ingresos, el cultivo de plátano se vio afectada en su totalidad, se calculan 300 ha de cultivo perdidas. Playa Boca Chica, comunidad que se vio afectada severamente por la creciente del Río Tecpan, pues abrió la barra más cerca de la comunidad de lo que antes lo hacía, llevándose así a once enramadas y quedando incomunicados durante cinco días. En esta localidad las únicas fuentes de ingresos provienen del turismo y de la comercialización de pescado. Después de varios días de intentar retomar sus actividades, se enfrentan con que nadie quiere comprar pescado, pues en la ciudad de Tecpan se piensa que el pescado está contaminado. Lo que ahora prevalece son las enfermedades gastrointestinales, en las vías respiratorias e infecciones en la piel. Los estragos se viven todavía. Compañeros de Tecpan se acercaron al DIF municipal en busca de apoyo de alimentos para esta localidad de Playa Boca Chica la respuesta fue que se llevarían despensas a dicha localidad pero se enfrentaron con que esto sólo lo podía realizar el alcalde del municipio, pues él tenía que entregarlas en la propia mano de las personas, por lo tanto no había cabida para voluntarios; sin embargo hasta el momento los pobladores de esta comunidad no han recibido apoyo alguno.
En el Ejido de San Luis San Pedro por lo menos 200 familias tuvieron afectaciones a casas habitación, así como la pérdida importante de cosechas de maíz.
En el ejido de Papanoa se sabe del fallecimiento de dos personas a causa de las lluvias. En este mismo ejido las afectaciones a viviendas fueron severas se sabe de por lo menos 130 techos afectados. Las pérdidas en la producción de alimentos son de grandes impactos, se tiene contabilizada la pérdida de por lo menos 300 ha de maíz, pérdidas de animales de cría, pérdida de otros cultivos tales como papaya, palma, jamaica, ajonjolí y mango. Le sumamos a estas afectaciones, la falta de agua potable.
Por último, en el todo el municipio de Petatlán no hay agua potable, desabasto de víveres y colonias enteras devastadas, tal es el caso de la Colonia del barrio de la hoja, donde se destruyeron hogares enteros.
El día 20 de septiembre del 2013 La jornada publicó: “El número de afectados en las colonias sobre la margen del río cercano al centro de Petatlán ascienden a unas mil, mientras en la colonia La Esmeralda, que fue la más devastada, la cifra es de arriba de 400”. Todos estos hogares que hasta el momento no han recibido apoyo de manera concreta, con respecto a sus viviendas, comida y servicios básicos como atención médica; sólo vecinos son los que han recurrido a ayudar con víveres de primera necesidad, los cuales no son suficientes. Hay una gran desesperanza por parte de los ciudadanos del municipio de Petatlán, al no recibir ningún apoyo por parte del Gobierno Municipal, Federal y Estatal, hasta el día de hoy 26 de septiembre del 2013.
El caso de los pueblos rurales es más desesperante. En la comunidad de Coyuquilla Sur, el río subió a tales niveles que se llevó animales y árboles frutales, tales como mango (patrimonio de las familias), huertas de coco y siembras de maíz enteras; además del daño a caminos y carreteras, de por sí en mal estado. La ayuda es insuficiente, ya que solo trabajan vecinos de otras localidades. En las comunidades como El Arenoso, El Camalotito, Colonia los Llanitos, Paso de la ceiba, Las placitas, Alpuyeque, La calera de Santa Lucía, El parotal, El palomar, El mameyal, y El camarón el acceso se ha vuelto más complicado de lo acostumbrado pues caminos de terracería, puentes, vados y carreteras quedaron gravemente dañadas, hasta el día de hoy 26 de septiembre de 2013 no ha cesado de llover.
En localidades como El mameycito se sabe de varias casas destruidas, veinte niños enfermos, dos personas embarazadas próximas a dar a luz; la situación es alarmante ya que es imposible acceder por tierra desde el 15 de septiembre. Aproximadamente confluyen aquí 470 personas de localidades de Corrales, La finca de Gildardo, El suspiro y Las huertas. La situación de la localidad El Zapotillal es similar, con una confluencia de 800 personas de localidades Parazal, La botella, Barranca del Bálsamo, Banco nuevo, Rincón del Refugio, Canaleja, Los Zapotillos, Los Huapinoles. En la localidad de Ocote del Peregrino, el río se llevó varias casas habitación y con la misma situación de incomunicación, en esta localidad confluyen cerca de 850 personas de localidades de Camalotito, El Higeral, Murga, La Tigra, La Bolsa, El Salto, La Ciénega. Prevalece las comunidades incomunicadas, en el Parotal confluyen cerca de 1700 personas de comunidades de Las Mesas, El Camarón, El Limón del Mameyal, Casas Viejas, El Anono, El Anonito, Los Planes y El Mameyal.
En la comunidad de Las Canalejas se desconoce la gravedad de la situación, pues aún no ha habido manera de comunicarse, no hay cobertura telefónica; el traslado para llegar a esta comunidad es de más de tres horas en cuatrimoto, el camino es peligroso al estar cubierto de barrancas, arroyos y vados que se encuentran cubiertos de agua, en el camino hay poca afluencia de personas que puedan auxiliar en caso de algún percance. En este rumbo se encuentran otras cuatro comunidades más, que están incomunicadas, varadas en sus hogares sin víveres ni ninguna otra atención.
Vemos pues un panorama de crisis, un drama humano que apenas comienza pues los daños, enfermedades, peligros y necesidades siguen creciendo; sin lugar a dudas la zona de la sierra en todo el estado son los más afectados, aún quedan muchas heridas que sanar, aún entre escombros, entre aguas de todos los colores, entre tierras y lodos.
Señalamos pues los puntos críticos y urgentes a resolver:
· El abasto de víveres a familias afectadas.
· El recurso agua potable en los municipios.
· Atención médica, vigilancia epidemiológica y solvencia de medicamentos.
· Atención a caminos, puentes y vados, reconstruir los medios de comunicación.