Acusan a mineras de intento de despojo en Zacatecas

 

Alfredo Valadez Rodríguez, corresponsal

 

Periódico La Jornada
Jueves 14 de octubre de 2010, p. 38

Zacatecas, Zac., 13 de octubre. Un grupo de ejidatarios de las comunidades Salaverna, Santa Olaya y Majadas, municipio de Mazapil, aseguraron que las empresas Tayahua (de Grupo Frisco, propiedad de Carlos Slim Helú) y minera Peñasquito, de la compañía canadiense Goldcorp, pretenden despojarlos de un predio de mil 200 hectáreas para explotarlas.

Acompañados de Edith Ortega González, ex diputada local perredista; Catarino Núñez Ríos, Roberto Cuauhtémoc de la Rosa, Roberto de la Rosa Luna y Estanislao Mendoza, representantes de los ejidatarios y posesionarios de la localidad de Salaverna agregaron que funcionarios del Registro Agrario Nacional (RAN) y de la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA) apoyan de manera ilegal a las empresas.

Expusieron que en núcleo poblacional de Salaverna –compuesto por unas 60 viviendas con corrales–, Tayahua ha realizado explosiones subterráneas con el objetivo de intimidarlos para que abandonen sus hogares.

Los campesinos de Mazapil solicitaron apoyo al gobernador de Zacatecas, Miguel Alonso Reyes, para enfrentar por la vía legal a los consorcios mineros y conservar las tierras que sus abuelos les heredaron y que ahora, aseguran, pretenden quitarles mediantemaniobras legaloides.

En un documento entregado este miércoles a reporteros, los ejidatarios, quienes conformaron recientemente la Asociación de Posesionarios de Salaverna, afirman que desde hace tres años realizan trámites de regularización de sus predios ante el RAN y la SRA, y todo marchaba bien.

Sin embargo, los problemas comenzaron cuando las mineras Frisco y Peñasquito empezaron a realizar trabajos de exploración en nuestros terrenos, por los cuales nadie se interesaba, y para nuestra mala suerte coincidió con que estábamos a punto de regularizarlas. Sin explicación alguna, funcionarios del RAN y la SRA redujeron la superficie de mil 200 hectáreas que nos heredaron nuestros abuelos a poco menos de 514 hectáreas. Los afectados presumen que la diferencia de casi 700 hectáreas ya fue vendida o dada a estas empresas mineras para la explotaciójn de plata y cinc.

Nos traen atemorizados con las explosiones. A todas horas cimbran nuestras casas, se quejó Estanislao Mendoza.